Al elegir una fuente de alimentación para tu ordenador, debes tener en cuenta varios factores clave. He aquí algunos pasos que te ayudarán en este proceso:

1. Potencia: Comprueba cuánta energía se necesita para alimentar tu sistema. La potencia de la fuente de alimentación se mide en vatios (W). Para determinar los requisitos de alimentación, ten en cuenta los requisitos de tu tarjeta gráfica, procesador y otros componentes. Normalmente, los fabricantes de componentes especifican la potencia mínima recomendada de la fuente de alimentación.

2. Eficiencia: Selecciona una fuente de alimentación con un alto nivel de eficiencia. Una fuente de alimentación con un mayor nivel de eficiencia proporciona menos pérdida de energía y un mayor ahorro energético. Busca una fuente de alimentación con certificación 80 PLUS, que indica su eficiencia.

3. Conectores: Asegúrate de que la fuente de alimentación tiene el número y tipo de conectores necesarios para alojar todos tus componentes, incluidos la placa base, la tarjeta gráfica, el disco duro y la unidad óptica.

4. Marca y calidad: Elige un fabricante de fuentes de alimentación fiable y con una reputación excelente. La calidad de las fuentes de alimentación puede afectar a la estabilidad de tu ordenador e incluso a la seguridad de tu sistema.

5. Funciones adicionales: Algunas fuentes de alimentación pueden tener funciones adicionales, como cables modulares (que te permiten conectar sólo los cables que necesitas, facilitando la organización de los cables en el chasis), compatibilidad con el modo de reposo (para reducir el consumo de energía en espera), etc. Puedes considerar lo siguiente

y funciones al seleccionar una fuente de alimentación.

También hay que tener en cuenta que, antes de comprar, es recomendable leer opiniones y valoraciones de las fuentes de alimentación para conocer las opiniones de otros usuarios y expertos sobre un modelo concreto.